Convivir con el TDAH puede
resultar complicado. El TDAH y la forma en la que se manifiesta pueden tener un
impacto negativo significativo en la vida del paciente y también en la de su
familia. Es frecuente que se genere un mayor nivel de estrés en el ambiente familiar entre padres e hijos e incluso entre hermanos. Comprender mejor cómo
afecta el TDAH y aprender a gestionar su impacto en el hogar, ayudarán a crear un ambiente de convivencia más sano,
agradable y beneficioso para todos.
Cuando los padres padecen TDAH
Según
algunos estudios, las madres que padecen TDAH suelen reportar con más
frecuencia depresión, ansiedad, baja
autoestima y mayor nivel de estrés, así como menor capacidad para
hacer frente a las exigencias propias de la familia.
Por otra parte, otros estudios, han
demostrado que cuando el padre está involucrado en la educación de los hijos,
la educación es más efectiva. Sin embargo, cuando el padre padece TDAH su
participación en la educación aún siendo igualmente importante puede resultar
más inefectiva, posiblemente por su falta de habilidad para ser consistentes.
Relación entre los padres de niños con TDAH
Como
consecuencia del estrés asociado al comportamiento de los niños con TDAH los padres muchas veces se
sienten insatisfechos, con baja autoestima y tienen serias dudas de su capacidad para ejercer su función. Por
lo tanto, pueden aumentar los problemas
matrimoniales entre los padres, observándose un número de
separaciones y divorcios superior que en las familias sin niños con TDAH.
Por
otro lado, los padres pueden tener menos
tiempo para ellos mismos, para organizar actividades al
margen del cuidado del niño, y resulta complicado que otros familiares quieran
hacerse cargo del cuidado del niño.
Toda esta
presión parece repercutir en la convivencia de la pareja y que en conjunto, el estrés soportado por los padres conduzcan a
un mayor riesgo de padecer trastornos psiquiátricos, como la depresión o el
abuso de alcohol, entre otros.
Hermanos no TDAH
Los
hermanos del niño con TDAH sienten con frecuencia tristeza,
preocupación o manifiestan nerviosismo, en parte porque la
dinámica familiar puede estar dirigida por la situación del hermano con TDAH, o
porque en ocasiones se espera de ellos que le cuiden, y en otras, porque el
comportamiento del niño con TDAH puede ser agresivo o caprichoso, lo que hace
que la relación sea complicada.
Entre los problemas que surgen entre hermanos
destacamos los siguientes:
Envidia
El niño
con TDAH tiene envidia de las oportunidades y los
éxitos en el colegio conseguidos por
sus hermanos. De igual manera, los hermanos pueden tener envidia de la menor
disciplina que se le impone al niño con TDAH y de la atención adicional que le
prestan los padres.
Resentimiento
Los
hermanos pueden estar resentidos porque al niño con TDAH se le trata de forma diferente y porque sus
padres tienen poco tiempo para ellos. De igual manera, el niño con
TDAH puede estar resentido con sus hermanos porque, a la inversa de lo que
hemos explicado antes, a sus hermanos les permiten hacer cosas que ellos no
pueden hacer.
Baja autoestima
El niño
con TDAH puede tener una baja autoestima, sobre todo en comparación con sus hermanos/as.
También los hermanos pueden tener la autoestima baja si experimentan el estigma
asociado a la enfermedad de su hermano.
Ira
Las
diferencias, ya sean reales o percibidas por el niño con TDAH en comparación con
sus hermanos/as, pueden provocar ataques de ira que a veces son muy perturbadores. También el comportamiento del
niño con TDAH puede llevar a enfrentamientos con sus hermanos.
Intento de llamar la atención
Los hermanos ven la atención que se presta
al niño con TDAH, por lo que pueden imitar
sus comportamientos para obtener tiempo y atención
de sus padres.
*www.tdahytu.es