lunes, 20 de junio de 2016

FELIZ VERANO

Disfrutad de las vacaciones.
 Nos vemos en septiembre.

Deberes de verano para alumnos y profes


Cómo organizar las vacaciones de los niños con TDAH

Con la llegada de las vacaciones escolares las familias se plantean cómo organizar el verano con sus hijos, especialmente si los padres trabajan. Esta situación se complica en el caso de las familias que tienen algún hijo con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad(TDAH), ya que el abandono de los horarios y la rutina escolar les afecta especialmente.
Por eso es importante que los familiares y cuidadores puedan contar con unas pautas de actuación que les permitan ayudar a los niños con TDAH a adaptarse al día a día de las vacaciones, y a no perder ciertas referencias necesarias para ellos y para el buen funcionamiento de la familia durante el verano.
«El verano en general supone un aumento de estrés en la vida familiar. Se pasa de una convivencia de unas horas durante el curso a estar casi todo el día juntos. Además, el niño con TDAH, en el entorno familiar está menos contenido, y surgen más oportunidades para discusiones, peleas entre hermanos, gritos, etc. Los hermanos muestran hostilidad con frecuencia hacia su hermano con TDAH que no le deja tranquilo, se inmiscuye en sus cosas y genera un sentimiento de rechazo», señala el doctor Eirís, médico adjunto del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
«Es habitual que se produzcan separaciones matrimoniales al final del verano, conflictos de pareja y sentimientos de culpabilidad por no saber educar o no poder controlar situaciones domésticas aparentemente sencillas: ir al supermercado con los niños, asistir invitados a una comida en casa de unos amigos o un día de picnic», añade.


El doctor Eirís, en colaboración con la doctora Elvira Ferrer, vicepresidenta de la Asociación ANHIDA de La Coruña, ofrece las siguientes pautas y recomendaciones:
  • Un horario de comidas y de sueño pactado con el niño y de obligado cumplimiento. Se puede establecer una rutina para irse a dormir y levantarse, diferente a la del invierno para que se haga más atractiva.
  • Colocar una pizarra recordatoria del planning del día en el dormitorio le anticipa lo que debe hacer sin dispersarse. Es una referencia, ya que en el verano, con la modificación en la rutina diaria, hay conductas automatizadas, que eran positivas y redundaban en un buen funcionamiento, que se pierden.
  • Planificar actividades al aire libre, lo máximo que se pueda. Incluso si hace mal tiempo todos deberían incluir un chubasquero y unas botas de agua en el «equipo de verano» y comprometerse a salir todos los días.
  • Tener al lado un amigo sin TDAH, sobre todo si lo ha conocido este verano. Esto aumenta la motivación y el autocontrol para «portarse bien».
  • Introducir el deporte al máximo, mejor en equipo. Es una forma de canalizar la hiperactividad hacia consumo de energía lo cual facilita el descanso posterior para ellos y para los familiares. Los campus de baloncesto y fútbol aportan beneficios en las relaciones sociales y además fomentan la concentración y el autocontrol.
  • Los campamentos diurnos o de alojamiento completo. Son muy beneficiosos porque los niños entran en un entorno desconocido que los contiene en cierta manera, están en contacto con la naturaleza, interactúan con otros chicos y aprenden muchas cosas
  • Realizar alguna actividad en grupo para aprender algo nuevo. Además del deporte puede ser un curso de ajedrez, informática... cualquier cosa que despierte interés y motivación en el niño
  • Los que no sepan nadar obligado apuntarse a un cursillo. La impulsividad favorece caídas a piscinas con facilidad
En caso de malos resultados académicos, no agobiarlos con clases de recuperación y horas de estudio. Es mejor pocas horas e intensas que muchas y perder el tiempo. Para ello se pueden fraccionar las tareas intercalando con horas de playa, piscina o cualquier otra actividad.
Hay que evitar:
  • Estar en reuniones o comidas de largas sobremesas con adultos.
  • Las consolas y videojuegos.
  • Ir a centros comerciales o restaurantes cerrados.
  • Acostarse si no se tiene sueño.
  • Reducir o suprimir la medicación del niño sin consultar al médico.

Fuente:  fundación CADAH y ABC.es -  Sociedad. 20 de Junio de 2013.

Planificación de las vacaciones con niños con TDAH

A los niños con TDAH (Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad), les cuesta más coger el ritmo del colegio tras las vacaciones, principalmente después de las de verano por ser las más extensas. Muchos alumnos con TDAH parecen resetear sus discos duros durante el periodo vacacional, pero no es cierto que olviden todo lo que se trabajó, simplemente hay que asumir que les lleva más tiempo conectar con lo aprendido el curso pasado y centrarse en el que empieza, recuperando los antiguos hábitos e instaurando nuevos.
Dada la relevancia y la necesidad de un tratamiento y una intervención continuada y efectiva en el TDAH, que atienda a las dificultades y problemática que del trastorno se derivan dentro de un tratamiento global multimodal, y siguiendo la recomendaciones de las guías clínicas y los expertos clínicos en la materia de la importancia de no interrumpir el tratamiento psicopedagógico con los niños y niñas con TDAH, consideramos que la intervención con los niños y niñas con TDAH debe ser, y más en las fechas de verano, donde el ritmo y la organización se flexibilizan y se rompen las rutinas adquiridas durante el curso, un pilar esencial para intervenir, trabajar y dotar a los niñas y niñas de estrategias y habilidades de cara al reto del nuevo curso escolar.

Los niños con TDAH necesitan tener estructurado el tiempo, pero no sólo en las etapas escolares sino también en vacaciones. Obviamente, no pueden estar dos meses sin hacer nada, no es bueno para ellos ni para los padres. En vacaciones habría que estructurar su tiempo en base a:
  • Tiempo para ejercicios de repaso y refuerzo.
  • Tiempo para el ocio y fomentar sus relaciones sociales.
  • Tiempo para la interacción y comunicación entre los padres y los hijos.
La necesidad de abordar estos programas trabajando sobre estas competencias está justificado de acuerdo a los resultados de investigaciones y estudios sobre TDAH donde sugieren que los niños y adolescentes con TDAH muestran relaciones sociales disfuncionales y conductas desadaptativas, así como síntomas de inadaptación académica y de fracaso escolar, dificultando el acceso a la continuidad en la formación académica.
En verano hay que apostar por un aprendizaje más informal, empleando formas más divertidas y lúdicas de adquirir los mismos conocimientos, evitando el formato de enseñanza tradicional, que cuente con mayor flexibilidad horaria y que compagine aprendizajes académicos con otros tipos de aprendizajes más experienciales.
El verano también es el momento de compartir actividades de ocio entre los miembros de la familia, ya que durante el curso escolar se cuenta con menos tiempo. Dedicando estos tiempos de ocio estaremos demostrando interés por crear más lazos de unión, puesto que son momentos para disfrutar y comunicarse de manera afectuosa. Estas actividades deben ser del agrado de todos y elegidas por consenso.
También debemos encontrar momentos para nosotros mismos, los padres, aprender a delegar en familiares y amigos para poder disfrutar de la relación de pareja, que muchas veces se ve dañada por el esfuerzo y la tensión durante todo el año.
Una solución puede ser llevarles a un campamento de verano. Actualmente, hay mucha variedad y seguro que alguno se ajusta a lo que necesitamos. Si no queremos que nuestros hijos duerman fuera de casa o que pasen mucho tiempo lejos, existen los campamentos urbanos. Estos tienen un horario similar al colegio, pero se harán actividades en vez de estudiar.



Bibliografía.
Fundación CADAH
Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y Adolescentes (2010). Ministerio de Ciencia e Innovación, España.
B. Roselló, R. García-Castellar, R. Tárraga-Mínguez y F. Mulas. El papel de los padres en el desarrollo y aprendizaje de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Revista de Neurología, 36(1), 79-84.
Miranda, A., García, R., y Presentación, M.J. (2012). Factores moduladores de la eficacia de una intervención psicosocial en niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Revista de Neurología, 34(1), 91-97